martes, 13 de mayo de 2008

KIMONOS EN LA TIERRA ROJA


De ficticias realidades, mentiras y (más tarde) certezas ligadas al barajar y dar de nuevo. Walsh en Kimonos en la tierra roja, su crónica/relato de 1969 describe, entre la congoja y unos ojos bien abiertos, las penas de quienes han sido engañados, embaucados en su buena fe hasta el punto de lo más profundo.

Y porque esto es tan así, uno no puede evitar penetrar esa puerta tan subrepticiamente abierta hacia nosotros para sumergirse en el relato, y a la vez sentirnos cándidos por ignorar las penurias de esta comunidad japonesa afincada en la siempre colorada Misiones.

Así, se impone un paralelo que emparenta el éxodo de la esperanza de los colonos japonés con lo que habitualmente sucede con miles de argentinos afincados lejos de Buenos Aires, que ante la desesperanza de sus lugares de origen deciden encarar una apuesta hacia un destino que nada asegura (o que se hace fuerte desde la amplitud teórica) pero que bien vale la pena probar.

Japoneses que abandonan su esperanza al chocar con la realidad, argentinos que dejan atrás sus lugares de origen por alcanzar una oportunidad. Temporalidades que, a 39 años de escrita esta crónica, siguen golpeando con la gravedad de entonces.

2 comentarios:

Agustin Ignacio Alvarez dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Agustin Ignacio Alvarez dijo...

COMO SIEMPRE NADA PARA DECIR DE TUS EXCELENTES PUBLICACIONES, MAS QUE USARLAS COMO ESPEJO.
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